Cierta mañana muy temprano un joven marinero que llevaba pocos días en la marina , estaba limpiando la oficina del comandante. El jefe entro acompañado por otros dos oficiales . Cada cual llevaba en la mano una taza de café caliente, y los tres se sentaron en la mesa de la oficina.
Sobre el escritorio había quedado una taza de café del día anterior, llena aun, y el comandante se la paso al nuevo recluta. Este muy sorprendido, la tomo y, dejando a un lado la escoba, se arrimo una silla y se sentó a la mesa diciendo.
Muchas gracias mi comandante . Este es el trato mas amable que me han dado desde que estoy en la marina.
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