SONRÍE


Un integrante del censo de población llego a un bosque muy lejano y toco la puerta de una cabaña.
Salio un anciano marinero y le pregunto que deseaba.
- El señor presidente nos ha encomendado la misión de averiguar cuantos habitantes hay en nuestro querido país le explico el encargado del censo.
- Siento mucho que haya venido hasta aquí tan lejos en balde, joven - respondió el anciano marinero, pero no tengo la menor idea.

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