Niños Aymara
El el poblado de Guañacagua ( Valle de Codpa ), había una poza de agua dulce, donde toda la gente del poblado la usaba para saciar su sed. En este lugar se formó una gruta misteriosa. Y de ella, varias mujeres, habían visto salir una misteriosa mujer muy joven y hermosa que se refrescaba en dicha poza. De un día para otro los jóvenes del sector fueron desapareciendo . Esto sucedía cuando estos jóvenes se acercaban a refrescarse en la poza.
Un padre quiso saber qué pasaba con las desapariciones de estos jóvenes y decidió sacrificar a uno de sus hijos. No le dijo nada de sus intenciones y lo mandó a buscar agua al pozo, luego lo siguió y escondido de tras uno matorrales vio que su hijo sacaba el agua del pozo y se daba vuelta para marcharse cuando escucho una voz de mujer que lo llamaba. La mujer que lo llamaba era una princesa inca hechizada, que comenzó a emerger de la poza y el joven maravillado de su belleza desnuda no pudo resistir al llamado, se desnudó y se lanzó a sus aguas.
Luego de unos minutos apareció la mujer y en la palma de su mano traía un sapo, que con sus grandes ojos afligidos miraba la belleza del rostro hechicero.
Después de un rato, la joven besó al sapo y lo lanzó a la orilla de la poza. El padre triste, contó a la gente del pueblo lo sucedido con su hijo. Pero, a pesar de todo, los jóvenes no resisten la idea de ir a ver la belleza de la fuente, desde ese día es habitada por cientos de sapos, que desde un tiempo ido, y hasta el día de hoy lloran y se lamentan del encuentro con la hermosa mujer.
Poza
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