Este cerro se ubica en medio de la cadena oriente de los cerros porteños.
Su nombre se debe al Sr. Juan Larraín que adquirió los terrenos de este sector a inicios del siglo XVIII.
La mayor notabilidad de este cerro la constituye la presencia de la Orden Religiosa de la Compañía de Jesús, cuyos integrantes se instalaron en Valparaíso en el año 1850, en una casa arrendada en la Avenida Argentina. Pocos años después se trasladaron a su actual ubicación, luego que don Juan Larraín donara los terrenos y aportará los recursos para construir el templo. Este fue prácticamente destruido por una gran inundación ocurrida a fines del año 1800, lo que motivó su reconstrucción en el año 1900. La iglesia fue declarada Monumento Nacional de Chile en la categoría de Monumento Histórico el día 20 de mayo del 2003.
Este cerro como la generalidad de los cerros de Valparaíso es residencial, sus casas en su mayoría de un piso son muy antiguas. su comercio es mínimo. El sector poblado se fue desarrollando a lo largo de su calle principal, Santa Lucía, que se caracteriza por ser recta en casi toda su longitud.
De este cerro llama la atención el Convento de las Carmelitas Descalzas, el emblemático liceo Leonardo Murialdo y su estadio Manuel Guerrero, donde se desarrollan los campeonatos oficiales de la Asociación Barón. Aquí se encuentran los clubes deportivos como Montevideo, Almirante Wilson y Cometa.
Llama la atención la gran cantidad de calles con nombres de santos que existen en el sector como : Santa Lucía, San Benito, Santa Rita, Santa Inés, Santa Justina, San José, Santa Clara y Providencia.
PIRINCHO
Era un viejo perro que recorría los diferentes barrios porteños, desde la Avda. Argentina hasta los barrios bravos del puerto.
Miércoles y Domingo era diferente a los otros días de la semana, muy temprano por la mañana acompañaba a uno de sus amos a sus labores comerciales, a la feria de la Avenida Argentina, después de recorrer toda la feria y recibir el cariño de los locatarios, se desplazaba por Pedro Montt hasta la Plaza Victoria, ahí a pasos de la plaza, en la calle Independencia, se encontraba la confitería " Marisa ", hacía su entrada triunfal moviendo la cola de lado a lado, para llamar la atención de la tía Ema, quien le tenía su agua fresca su merienda y algunos engañitos, como galletas. Después de su siesta y al atardecer sus patas se encaminaba a los barrios bohemios del puerto hasta la mismísima plaza Echaurren, ahí en una esquina de esta plaza se encontraba la fuente de soda " Don Bruno ", donde se encontraba con su ama que lo complacía con algunas delicatessen y la acompañaba hasta cerrar el negocio, muy entrada de la noche.
Pero un día Pirincho desapareció, lo buscaron días y días por diferentes sitios que él frecuentaba, también lo buscaron en la perrera, pero no se pudo encontrar, probablemente tomó un nuevo rumbo o se embarcó en un barco mercante que lo llevó a otros destinos " Pirincho era un perro de negocios ".
JoBaMa.
Plaza de la Victoria
Ahora, es el tiempo de volver a clases, yo se que a ti te gustaría seguir de vacaciones, a todos nos gustaría estar siempre en vacaciones.
Pero hay que volver a clases, yo se que a muchos les cuesta estudiar y a otros no tanto.
Tienes que ponerle empeño, tienes que dar lo mejor de ti, tienes que ponerte una meta y poner voluntad para poderla cumplir.
Ten mucha paciencia, todas las cosas son difíciles, pero después se hacen fáciles.
Todos tenemos talentos y habilidades que poco a poco iremos descubriendo y mejorando con el tiempo.
Te deseo mucho éxito en este nuevo año escolar.
¡ VAMOS QUE SE PUEDE !
