Un verano muy caluroso, una cigarra descansaba plácidamente bajo la sombra de un gran árbol.
Se pasaba todo el día cantando y bailando, mientras su vecina la hormiga trabajaba todo el día, iba y venía cargada de comida.
¿ Por qué no descansas conmigo, vecina ?
Le preguntó la cigarra.
Si descanso ahora, ¿ quién alimentará a mis crías en invierno ? Si fuera tú, recogería provisiones.
Pero la cigarra siguió ociosa. Entonces llegó el frío invierno, y la cigarra no encontró alimento.
Tiritando, fue a la casa de la hormiga a pedirle comida. Pero la hormiga le contestó que apenas tenía provisiones para su familia.
Y la pobre cigarra siguió su camino, pero con la lección bien aprendida.
MORALEJA: No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy.
Enseña que el esfuerzo obtiene su recompensa, mientras que con pereza y vagancia no se logra nada.
Esopo
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