Una muchacha quería comprarle un regalo a su novio, que iba a graduarse en la academia naval.
Sabiendo que en el pueblo uno de los dependientes de la tienda de ropa había sido suboficial de marina, le pregunto:
-¿ Que me aconseja regalarle a un joven que va a ser subteniente?
- ¡ Arsénico, señorita!............ ¡ Arsénico.- repuso el dependiente.
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