Pinguino Adelia ( Pygoscelis adeliae )
Esta especie de pingüino fue nombrado en honor a la señora de un oficial de Dumont d' Urville quien fue un oficial de la marina francesa y gran explorador del territorio Antártico.
El pingüino Adelia es una especie estrictamente polar restringido a las costas del continente Antártico. Tiene un tamaño aproximado de 71cm de alto y puede llegar a pesar 4,500 gramos. Durante los meses de invierno los pingüinos Adelias pasan todo el tiempo en el mar, descansando en los témpanos. Tan pronto se acerca el verano esta especie inicia su migración hacia el sur, indicando que la época reproductiva esta pronta a comenzar. En el mes de octubre cuando hay luz casi las 24 horas del día, los pingüinos empiezan a llegar a sus roqueríos donde nidificaron el año anterior. Es aun un misterio para los científicos los mecanismos de orientación y de navegación de estas aves para poder retornar año tras año al mismo lugar de reproducción, desde distancias a veces muy lejanas.
Una vez que los pingüinos machos han establecido el territorio inician un cortejo muy característico denominado conducta de apareamiento para atraer la pareja. Si el cortejo del macho es efectivo este atraerá a una hembra, generalmente, la misma del año anterior. Estos construyen sus nidos con piedras ya que en el territorio Antártico no hay otro material para construirlo. Una vez que el nido esta construido los pingüinos se aparean.
La hembra pone dos huevos y se turnan con el macho para incubarlos, esta dura aproximadamente entre 32 y 37 días, luego los huevos comienzan a eclosionar.
Los polluelos recién nacidos son empollados por los padres quienes les proporcionan calor y alimentos. Al cabo de tres semanas, los polluelos son capaces de controlar su temperatura individualmente, y se concentran en las guarderías infantiles. Estas son agrupaciones de polluelos cuidados por solo unos pocos adultos quienes se van rotando. Al termino de las 10 semanas de crecimiento, los pequeños polluelos comienzan a mudar sus plumas para pasar a su etapa de juveniles y después de las ocho semanas inician sus primeros chapusones en el agua. Esta etapa es muy riesgosa para los juveniles cuando empiezan a nadar y a buscar su propio alimento. Al inicio son muy vulnerables a la predación por la foca Leopardo. Sin embargo, la mayoría sobrevive.
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