Cuenta la leyenda que un mapuche llevó a sus hijos a recoger piñones ( frutos de la araucaria ) para el invierno, cuando de un momento a otro cambio el tiempo y empezó una tormenta, fuertes lluvias y viento, se desbordaron los ríos, ellos alcanzaron a resguardarse en una roca, el padre buscando una salida para sus hijos resbaló y cayó al río desapareciendo en las aguas. Los niños empezaron a llorar y pedir auxilio.
De repente un árbol cayó al río saltando a la roca donde se encontraban los niños un puma y una zorra que se encontraban en el árbol tratando de guarecerse de la tormenta.
Al bajar las aguas, a las fieras les dio hambre y tuvieron intención de devorar a los niños. Pero los vieron que eran tan pequeños y lloraban tanto , que se compadecieron de ellos. El puma los cargó en su lomo y los llevó a su cueva, donde ambos animales alimentaron a los niños con sus cacerías. Pasó el tiempo y los dos niños y los animales empezaron a tener una vida en común. Y de ahí surge que los mapuches adquirieron la fuerza del puma y la astucia de la zorra.