Desde el año de 1950, en Estados Unidos las tormentas se identifican utilizando un sistema alfabético de nombres. Desde 1953, los nombres eran exclusivamente femeninos, pero en el año 1979 y a instancias de organizaciones de mujeres, se incluyeron nombres masculinos.
Hoy los meteorólogos planifican con anticipación, hasta seis años de nombres: tres masculinos y tres femeninos por cada letra del abecedario, excepto Q, U, Y y Z.
Los nombres cortos ofrecen diversas ventajas. Así, los centros de tormenta de todo el mundo, bajo la supervisión de las Organización Meteorológica Mundial, comenzaron a adoptar dichos esquemas de designación; pero ahora, cada región que impone nombres a las tormentas cuenta con listados propios. Aunque algunas listas inician cada temporada con la letra A, otras retoman la cuenta en la última letra utilizada en el año anterior y, a menos que se elimine el título de una tormenta particularmente devastadora, los nombres se usan una y otra vez. En promedio, cada año se forman unos 80 ciclones tropicales en todo el planeta, pero desde 1995 las cifras del Atlántico han escalado de 10 a 19 tormentas al año.
Por ejemplo para el 2011 algunos nombres son:
Pacífico Nororiental.- Adrián, Beatriz, Calvin, Dora, Eugene, Fernanda, Greg, Hilary, Irwin, Jova, Kenneth, Lidia, Max, Norma, Otis, Pilar, Ramón, Selma, Todd, Verónica, Wiley.
Atlántico, Golfo de México y Mar Caribe.- Arlene, Bret, Cindy, Don, Emily, Franklin, Gert, Harvey, Irene, José, Katia, Lee, María, Nate, Ophelia, Philippe, Rina, Sean, Tammy, Vince, Whitney.