Óleo de Thomas Somerscales
COMBATE DE PUNTA GRUESA
Mientras el Huáscar se dedicó a combatir con la Esmeralda, la fragata blindada Independencia comenzaba a perseguir a la corbeta Covadonga, esta dejo la rada por el sur , pegada a la costa , manteniéndose navegando en aguas pocas profundas.
La fragata peruana intentó destruir la Covadonga cañoneandola desde atrás, a una distancia de doscientos metros. No le resultó, por una parte los artilleros de la Independencia, no tenían muy buena puntería, y la otra que Condell había instalado fusilería que mataban a los peruanos que debían de manejar el cañón de proa de 150 libras.
Finalmente este cañón se descompuso. Enfurecido el comandante Moore ordenó espolonear el buque chileno por la popa.
Así llegaron ambas naves a Punta Gruesa , con la fragata peruana siguiendo a muy corta distancia a la goleta chilena muy cerca de la costa.
Al tratar de espolonear la Independencia a la Covadonga, está en una maniobra arriesgada se acercó más a la costa, el capitán Condell sintió que la quilla rozaba los roqueríos ocultos de Punta Gruesa y comprendió que su enemigo iba a varar.
La Independencia aumentó su andar para tomar impulso y espolonear, pero varo con toda la violencia en las rocas sumergidas, quedando su quilla destruida.
La Covadonga volviendo atrás le disparó seis tiros de cañón, causandoles grandes estragos en cubierta lo que llevó a los peruanos a arriar la bandera y abandonar su buque en botes.
Condell resolvió volver a Iquique para apoyar a la corbeta Esmeralda, pero cuando tomaba rumbo a la rada divisó al monitor Huáscar que venía a toda máquina, Condell comprendió que ya todo había terminado, poniendo a la Covadonga rumbo al sur.
El Huáscar llegó donde se encontraba la Independencia y Grau enormemente impresionado por la magnitud del desastre optó por socorrer a los que quedaban del desastre y comprobando la irrecuperabilidad de la nave optó por incendiarla y prosiguió tras la Covadonga , podría haberla alcanzado pero Grau demoró mucho en el rescate y ya la distancia era enorme llegando el anochecer Grau desistió la persecución, llegando la Covadonga a salvo a Antofagasta.
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