Kau
Hace mucho mucho tiempo, los seres humanos y las aves de la Patagonia debían emigrar hacia el norte todos los inviernos por la escasez de alimentos. En una kau ( toldo o choza ) tehuelche ( patagones como lo llamaban los españoles ) había una anciana chamán llamada Koonex, que ya no era capaz de emprender el largo viaje, así que su familia le hizo un toldo con pieles de guanaco, le dejaron alimentos y utensilios y se marcharon. La anciana se quedó sola y cayó en un sueño muy profundo.
En la primavera siguiente, algunos pájaros que volvían del norte se posaron en el toldo de la anciana y oyeron cómo la voz de Koonex los reprendió por haberla abandonado. Ella les dijo que los entendía y que por eso haría algo que nunca más tuvieran que irse dejarla allí. Cuando el toldo voló, los pájaros pudieron ver que debajo ya no estaba Koonex, si no una planta espinosa llena de flores amarillas.
Cuando maduraron los frutos, personas y animales notaron que se podían comer y que eran buenos . Por eso ya no fue necesario emigrar hacia el norte. Se cuenta que los tehuelches desparramaron las semillas del calafate ( koonex en su lengua ) por toda la Patagonia y quien pruebe sus frutos ya no necesita irse.
Flor del Calafate
Fruto del Calafate
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