Un portaaviones norteamericano anclado en el puerto de Génova esperaba la visita de un importante oficial naval italiano, y se preparaba a recibirlo con todos los honores del caso.
Pronto se acerco una lancha y un sujeto uniformado, de apariencia distinguida, subió con porte marcial por la escalerilla del portaaviones.
La banda de música toco el son apropiado para tan especial ocasión, y la ceremonia de bienvenida se efectuó sin tropiezo. Mas tarde, los oficiales de la nave, se enteraron a quien le habían rendido aquellos honores.... ¡ al jefe de recolección de basuras del puerto !
El incidente fue bochornoso, pero no dejo de tener sus resultados favorables : ¡ el servicio de recolección de basuras que el portaaviones recibió durante su permanencia en Génova fue excelente!.
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